Almudena Cid Tostado
Comenzó a practicar gimnasia rítmica a los 7 años en el colegio y más tarde se incorporaría a la Asociación Deportiva Beti Aurrera de Vitoria.
Con 13 años fue reclamada por la búlgara Emilia Boneva para entrar en la Selección Nacional individual que se concentraba permanentemente en un chalet en Canillejas, sometidas a un régimen de concentración con una media de 8 horas diarias de entrenamiento.
En marzo de 1995 debutó en una competición internacional, al participar en el torneo de Prato (Italia), valedero para la Copa de Europa, y donde logró el vigésimo puesto. En junio de ese año participó en su primera competición internacional oficial, la Copa de Europa de Telford (Inglaterra), donde logró la duodécima posición. Posteriormente, en el Campeonato del Mundo de Gimnasia Rítmica de Viena, obtuvo el undécimo puesto. En 1996, consiguió un décimo puesto en el concurso general del Campeonato de Europa de Asker/Oslo, así como el octavo puesto en la final de cuerda, y el séptimo en la final de cinta. En el Campeonato del Mundo de Gimnasia Rítmica de Budapest logró un cuarto puesto en la final de cuerda y un sexto en la de pelota. Ese mismo año, fue a los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, en los que terminó en novena posición, a las puertas de conseguir un diploma olímpico.


En 1997, Almudena acude al Campeonato de Europa de Gimnasia Rítmica de Patras, en el que consigue un undécimo puesto en el concurso general y un octavo puesto en la final de aro. En el Campeonato del Mundo de Berlín de ese mismo año, repetiría el undécimo puesto en el concurso general, y sería octava en la final de mazas y séptima en la de cinta. En 1998, Almudena consiguió subir dos puestos en la clasificación del concurso general de los Campeonatos de Europa en Oporto, Portugal, consiguiendo el noveno puesto.
En 1999, la Federación Española de Gimnasia tenía como mayor objetivo el clasificar al conjunto y a 2 gimnastas para los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Con un equipo compuesto por Almudena, Esther Domínguez y Alba Caride, España alcanzó su objetivo en el Campeonato del Mundo de Gimnasia Rítmica de Osaka y Almudena Cid consiguió, una vez más, la undécima posición.
En el 2000, Almudena tuvo una gran temporada, logrando un octavo puesto en la competición general y un cuarto puesto en la competición por equipos del Campeonato de Europa de Gimnasia Rítmica de Zaragoza, consiguiendo ser seleccionada para asistir a los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, en los que quedó nuevamente novena. Almudena se sometió a una operación de menisco.
A finales de 2000 y debido a problemas con la Federación española, Esther Domínguez y Almudena decidieron marcharse a sus respectivos clubes a continuar sus entrenamientos. Allí, Almudena se reencontró con su entrenadora de toda la vida, Iratxe Aurrekoetxea, a la cual se le considera la artífice del "renacimiento" de Almudena Cid. Ambas acabaron mudándose a Barcelona para trabajar juntas en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat, decisión que no agradó a la Federación.
En 2001,Almudena pasó a ser una de las gimnastas más mayores del circuito.

Este elemento fue aprobado ese mismo año por la Federación Internacional de Gimnasia y le proporcionó a Almudena un 0.10 en originalidad en cada uno de sus ejercicios de pelota. En el Campeonato del Mundo de Gimnasia Rítmica de Madrid consiguió un noveno puesto en la general, que posteriormente sería un séptimo tras la eliminación de Alina Kabáyeva e Irina Cháshchina. El equipo español consiguió un quinto puesto.
En 2002, Cid se volvió a proclamar Campeona de España y consiguió la séptima posición en el Campeonato Europeo de Granada. En 2003, disputó el Campeonato Europeo y el Campeonato Mundial de Gimnasia Rítmica de Budapest, en el que logró 13ª plaza en la general, mientras que otra de las representantes españolas, Jennifer Colino, obtuvo la 11ª. En esta competición, el equipo español sólo consiguió una plaza para los Juegos Olímpicos de Atenas.
La Federación Española de Gimnasia decidió que Jennifer Colino y Almudena Cid compitieran entre sí por el puesto en los Juegos Olímpicos, formado por cuatro controles internos y cuatro competiciones internacionales. Tras obtener una mayor puntuación en el sistema de clasificación, Almudena Cid logró su pase a los Juegos, en los que disputó la final y consiguió una octava plaza.
Tras los juegos, Almudena anunció que continuaría hasta los Juegos Mediterráneos de 2005 en Almería y consiguió hacerse con el triunfo en esta competición, por delante de Delphine Ledoux y Eleni Andriola. En 2005, también apareció en la serie televisiva "Un paso adelante". En 2006, Cid sufrió una lesión en un pie. La Federación consideró que no tendría el tiempo suficiente para recuperarse y disputar el Campeonato de Europa de Gimnasia Rítmica de Moscú. Almudena decidió tomarse un descanso y participar en el programa televisivo Desafío Bajo Cero, el cual acabó ganando.


Almudena Cid volvió a la competición en 2007 con nuevos montajes, siendo su objetivo clasificarse para sus cuartos Juegos Olímpicos. Durante este año representó a España en todos los torneos internacionales con Carolina Rodríguez, pues Jennifer Colino se encontraba lesionada. En los mundiales de 2007, el equipo español consiguió clasificar nuevamente a una gimnasta para los Juegos Olímpicos de Pekín.
Tras una gran temporada, Cid, dirigida por Aurrekoetxea, entrenadora del Beti Aurrera, donde Almudena empezó a competir seriamente, se clasificó para su cuarta final olímpica consecutiva de gimnasia. El 23 de agosto de 2008 puso fin a su carrera de gimnasta quedando octava en la final olímpica de Pekín 2008 y obteniendo el diploma olímpico. Su gesto final como gimnasta fue dibujar un corazón en el tapiz, y besarlo.
Ha participado en galas como Euskalgym y Portimao.
En abril de 2009 se le concedió la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo.


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